El funcionamiento de la administración
El gobierno tenía un depósito de chatarra en el medio del desierto.
El Congreso un día dijo: “Alguien puede entrar a robar durante la noche”. Entonces crearon el puesto de Sereno y tomaron a una persona para el trabajo.
Entonces el Congreso dijo: ¿”Cómo puede hacer el sereno su trabajo sin capacitación?”. Entonces crearon un área de planeamiento y tomaron dos personas, una para escribir las instrucciones y otra para realizar estudios de tiempo.
Entonces el Congreso dijo: ¿”Cómo vamos a saber que el sereno está realizando sus tareas correctamente?”. Entonces crearon el Departamento de Control de Calidad y contrataron dos personas: una para realizar los estudios y otra para escribir los reportes.
Entonces el Congreso dijo: ¿”Cómo va a cobrar su sueldo toda esta gente?”. Entonces crearon los siguientes puestos: controlador de horarios y pagador de sueldos. Y contrataron dos personas.
Entonces el Congreso dijo: ¿”Quién va a llevar la administración contable de toda esta gente?”. Entonces crearon un área administrativa, contrataron a tres personas: un contador, un asistente y una secretaria.
Entonces el Congreso dijo: “Tenemos este depósito de chatarra en funcionamiento desde hace un año y estamos 18,000 euros de pérdidas, debemos recortar gastos”.
Entonces echaron al sereno.
Un jefe militar recibió esta orden telegráfica:
“Proceda a la captura del capitán Ruiz con el mayor sigilo”
Contestó con otro telegrama:
“Capitan Ruiz capturado. Seguimos buscando al mayor Sigilo”.
¿Por qué los perros aúllan en el desierto?
Porque no hay árboles, sólo cactus.
¿Hola, hablo con la fábrica de pastas?
Sí.
¿Está Llarín?
Había dos borrachos y un San Bernardo con un barrilito de whisky, y el borracho le dice al otro:
-Mira ahí viene el mejor amigo del hombre.
Le contesta:
-Sí, y viene con un perro.
Un vendedor ambulante gritaba:
¡Bolitas adivinadoras, bolitas adivinadoras, bolitas adivinadoras a 5 euros
Oiga, ¿Qué es lo que hacen esas bolitas? Pregunta un señor.
Hacen que usted adivine, responde el vendedor.
Entonces, el señor le compra una de las bolitas adivinadoras y al masticarla le dice:
Pero, si esto es pura tierra.
¡Otro que lo adivina!
15 octubre 2008
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