“La hiena es un animal que vive en el norte de África, come carroña y se aparea una vez al año; además emite un aullido semejando a la risa del hombre...
A ver, Pepito, que entendiste?”
“La hiena es un animal que vive en Africa, come carne podrida, y se aparea una vez al año, y hace un aullido que parece que se esta riendo.”
“¡Muy bien Pepito! A ver tú Pablito...”
“La hiena es un animal que vive lejos, en África creo; come carne podrida, se ríe como un hombre, y ve a su pareja una vez al año”
“¡Muy bien Pablito!
A ver tú, Jaimito, ¿qué aprendiste?”
“Yo solo tengo una pregunta, señorita:
La hiena, con lo lejos que vive, con la mierda que come, y con lo poco que folla...
... ¿de que coño se ríe?”
Estaba un señor destornillándose de risa, pero destornillándose de verdad y le dice una señora:
- Oiga, ¿qué le pasa?
Y el señor le responde:
- Es que me estaba contando chistes y éste no me lo sabía.
Un enano va a un bar y dando saltos delante de la barra, para que le hagan caso, dice:
-¡Una gaseosa!!Una gaseosa!
Pero pasan de él. Repite la operación, pero da igual, hasta que el enano cabreado de tanto dar saltitos, va a la parte de detrás de la barra y ve a un camarero enano dando saltos al tiempo que dice:
- ¿De naranja o de limón? ¿De naranja o de limón?
Un cura esta dando misa y va a empezar su sermón:
-Hermanos, hoy vamos a hablar de la mentira y de los mentirosos.
Mira a los feligreses con severidad y les pregunta:
-¿Cuántos de vosotros recordais lo que dice el capitulo 32 de San Lucas?
Todo el mundo levanta la mano y entonces el cura continúa:
-Bueno, pues a eso me refiero. El evangelio de San Lucas solo tiene 24 capítulos.
Dos solteronas tenían una farmacia heredada del padre. Un día entra un hombre y pide un condón. Una de las mujeres le saca uno talla 42.
-No, es pequeño- aclara el hombre.
Le saca uno talla 44.
-No, creo que todavía es pequeño.
Saca y saca, y la última talla que le queda es un 50, pero el tipo insiste que no, que es pequeño. Entonces, la mujer, dirigiéndose al interior del local, grita:
-Hermenegilda, el señor necesita un condón talla 52 y ya no nos quedan, ¿qué le ofrezco?
-¡Casa y comida y la mitad de la farmacia!- exclama Hermenegilda desde el interior.
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