Dos amigos, fanáticos pescadores, se encuentran luego de mucho tiempo sin verse. Después de los saludos normales, uno le pregunta al otro:
'Y qué ¿te casaste?'
'Ah, sí, con aquella rubia de pelo largo, alta, delgada y bonita, que está allá'.
'¡Guau, qué suerte! ¿Y sabe cocinar?'
'Uy, sí, de maravilla'.
'¡Qué afortunado!'
'Pues sí, ¿y tú?'
'Pues yo me casé con una gorda, gordísima, que ni cabe en el coche. Tiene los sobacos peludos y le apestan. Es más guarra... Hasta eructa cuando hacemos el amor'.
¡Pero qué, ¿sabe cocinar al menos?'
'¡No, que va, tampoco...!'
'¿Entonces, por qué sigues con esa mujer?'
'¡Es que cuando va al baño caga unas lombrices cojonudas para pescar!'
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