Adriana, 3 años: Adriana, al meterse por primera vez en una piscina en la que hacía pie, exclamó:
-¡Hala, esta piscina sí que tiene suelo!
Alejandro, 5 años: Alejandro todos los días le quitaba dinero a su padre de la cartera. Un día su padre lo pilló y le preguntó:
-¿Qué haces? ¿Me estás robando?
Alejandro le respondió:
-No lo estoy robando, me lo estoy encontrando.
Manu, 7 años: El padre de Manu le hizo una sopa para cenar y le dijo:
-Cómetelo, que está muy rico.
El niño tomó dos cucharadas y le contestó:
-Papi, tú y yo tenemos gustos distintos.
Miquel, 3 años: Cuando Miquel entró por primera vez en una iglesia, al ver la imagen de Cristo crucificado, dijo:
-¡Mirad! ¡Es Tarzán!
Daniel, 15 meses: La madre de Daniel dejó un momento en la bañera al niño y a su hermana de 5 años jugando. De repente la madre oyó a la niña gritar:
-¡Mamá, mamá, ven…! ¡Qué asco!
La madre fue corriendo asustada y se encontró entre los juguetes que flotaban en el agua un «zurullo» enorme. Entonces, la madre, en voz alta y enfadada, dijo:
-¡Daniel…¿y esto?!
El niño cogió la ******, la aplastó contra su cuerpo y respondió:
-¡¡Mío!!
-¡Hala, esta piscina sí que tiene suelo!
Alejandro, 5 años: Alejandro todos los días le quitaba dinero a su padre de la cartera. Un día su padre lo pilló y le preguntó:
-¿Qué haces? ¿Me estás robando?
Alejandro le respondió:
-No lo estoy robando, me lo estoy encontrando.
Manu, 7 años: El padre de Manu le hizo una sopa para cenar y le dijo:
-Cómetelo, que está muy rico.
El niño tomó dos cucharadas y le contestó:
-Papi, tú y yo tenemos gustos distintos.
Miquel, 3 años: Cuando Miquel entró por primera vez en una iglesia, al ver la imagen de Cristo crucificado, dijo:
-¡Mirad! ¡Es Tarzán!
Daniel, 15 meses: La madre de Daniel dejó un momento en la bañera al niño y a su hermana de 5 años jugando. De repente la madre oyó a la niña gritar:
-¡Mamá, mamá, ven…! ¡Qué asco!
La madre fue corriendo asustada y se encontró entre los juguetes que flotaban en el agua un «zurullo» enorme. Entonces, la madre, en voz alta y enfadada, dijo:
-¡Daniel…¿y esto?!
El niño cogió la ******, la aplastó contra su cuerpo y respondió:
-¡¡Mío!!
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