Que arte los andaluces!!, ya vereis la tanscripción literal y direis si no tiene esto merito, pronunciación y escritura.
Una mué questaba comprando ner mercadona; Cohe una caha de leshe, un cartón de güevo, un bri de sumo de naraa y un paquete beicon. Mientraponía loj artículo en la sinta de la caha, un borrasho cabía detrá della observaba con ditinimiento cada uno de lo artículo.
Ar terminá, er borrasho la mira y ledise: Tú ere sortera'.
La tía se quea to pillá po la sentensia, pero a la ve intrigá ya quella rearmente era sortera. Miró to losartículo que tenía sobre la sinta de la caha y no vio ná que pudiera habe hesho quer borrasho agquerozo eze deduhera quella era sortera.
Ar fina, ganó la curiocidá y le preguntó ar borrasho:
-'E verdá. zoy zortera. Pero... ¿cómo la zabío?'
Er borrasho contestó:
-'Porque ere mú fea, ihaputa'
Un hombre estaba sentado tranquilo, leyendo el periódico, cuando su mujer, furiosa, llega de la cocina y le salpica una hostia con una sartén que casi le revienta la cabeza.
- ¡Por Dios! ¿Pero, qué coño te pasa?
- ¡¡¡Es por el papelito que encontré en el bolsillo de tu pantalón, cabrón, con el nombre de "Marylou" y un número!!!
- Joder, cariño... ¿te acuerdas del día que fui a los caballos? Pues Marylou era el caballo al que aposté, y el número es cuánto estaban pagando por la apuesta.
Satisfecha, la mujer se retiró pidiéndole disculpas.
Días después, estaba él nuevamente sentado tranquilo, cuando recibe otra soberana hostia, pero esta vez con la olla a presión.
Aturdido y cabreado le dice:
¡¡¡¡¡¡COJONES, pero se puede saber qué coño te pasa ahora¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Nada, cariño. Tu caballo al teléfono
Una científica inglesa, Kette F. Ollen, descubrió con sus estudios que las personas que no tienen suficiente actividad sexual, leen los correos electrónicos con la mano posada en el ratón...
No, no... ahora ya no vale la pena quitarla. Ya es tarde... Lo siento.
P.D.- (Lee otra vez el nombre de la puñetera científica).
Enviado por Jose Luis (Quele)
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